Es fácil parar a los matones
Escribo aquí este artículo porque me lo ha pedido Javier, y literalmente pego lo que he copiado y él mismo me ha mandado por whatsApp:
Autor: Javier, funcionario Católico en el Parlamento de Andalucía
Desarrollo:
Soy un joven de 28 años, me he enfrentado en mi vida a muchos matones, ya desde el instituto, inclusive en la universidad. A los matones es muy fácil pararles, pues son personas que venden una falsa seguridad amparada en el apoyo del grupo o "pseudomafia" y una vez retratas su orgullo disfrazado de falsa seguridad, no saben defenderse.
En el Parlamento de Andalucía, me ocurrió algo que jamás imaginé que pasara, que por el mero hecho de defender un Belén instalado, un compañero ex concejal del Partido Andalucista, José Miguel Fernández Zorrilla, me acabó diciendo: "A ver si acabáis como en Paracuellos". Este mismo compañero se pasó meses diciéndome que Santiago Abascal era un niño de papá, que había vivido de la Política etc. Sin embargo, Santiago Abascal siempre actuó como un héroe nacional en la lucha contra ETA, mientras que este compañero sale su foto, nombre y cargos en un periódico -como consecuencia del constante acoso que realizó a mi persona, al colectivo Católico y a Nuestro Señor Jesucristo-, y se pone a llorar y me pide que ni un medio de comunicación más, y los compañeros del Parlamento le defienden, diciendo: "pobrecito, no sabe defenderse".
¿Cómo que pobrecito? ¿Cómo que no sabe defenderse? ¿No tenemos edad y uso de la razón para defendernos? Pero claro, en una sociedad apóstata como la actual donde se ha abandonado a Dios, la sociedad ha perdido el concepto de libre albedrío. Una vez se pierde ese concepto, caemos en el emotivismo y sensacionalismo más puro, donde el hombre es reducido a un animal, a una criatura indefensa... donde los agresores deben ser victimizados, y la víctima estigmatizada. Pero todos estos que dicen pobrecito, luego no tienen reparo en apoyar que se triture a un niño en el vientre materno -lo llaman derecho al aborto-, ha desaparecido la dignidad de la persona, nos han deshumanizado, y todo es sensacionalismo puro.
Queridos lectores, no estáis solos, Nuestro Señor Jesucristo no nos abandona, pero es importante que hagamos uso de nuestro libre albedrío. Son muchos los que por deliberación o ignorancia, atacan a Nuestro Señor Jesucristo, y si nos callamos -cediendo en el respeto humano, uno de los máximos enemigos de la Fe-, damos espacio a aquellos que blasfeman de manera impenitente con el apoyo de las instituciones y estos discursos de odio.
Es fácil parar a los matones, basta con alzar la voz, meditar, orar, confiar en Nuestro Señor Jesucristo, y defender la Verdad. La Verdad no nos abandona, somos nosotros los que hemos abandonado la Verdad. Pero si defendemos la Verdad con todas sus consecuencias, más de un orgulloso caerá y nos dejará en paz, nos dejará de intimidar, y con todas nuestras fuerzas, predicaremos el mensaje de Cristo, contra tiempo y destiempo. Ser tibio está condenado, así lo advirtió Nuestro Señor, y en una época como la actual, es el momento menos propicio para ser tibio.
Salgamos a decir que somos Católicos, Españoles, que defendemos nuestra Tradición, y más de un matón se callará, pues una vez los retratas, no tienen arma para atacarnos, y la Verdad vence al orgullo -que es el arma del diablo-
Javier, funcionario Católico en el Parlamento de Andalucía.
Javier, funcionario católico en el Parlamento de Andalucía.